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Lo Que Creemos, Creamos…

Hijos SPORTME
Creando Nuestros Hij@s

«LO QUE CREEMOS, CREAMOS» Y EL «EFECTO PIGMALION» EN NUESTROS HIJOS/AS.

Padres y madres están inmersos en una labor de constante formación, la de EDUCAR. Cuando nace un niño/a, podemos decir que aquellos actéan como escultores, es decir, moldea, talla, adorna una escultura, en este caso, nuestro hijo/a. Podemos comenzar desde donde queramos, finalizar cuando estimemos oportuno, así­ como darles las funciones que consideremos. En base a la elaboración de dicha escultura, obtendremos un resultado, más o menos de acuerdo con lo que esperábamos. Esta labor no es fácil, sino que entraña muchos embrollos, tantos, como elementos sociológicos podamos considerar. Con ello, no quiero decir que, desde el ambiente más cercano a nuestros hijos, la FAMILIA, no podamos realizar acciones que fomenten el desarrollo adecuado por estar sometidos a otros que son ajenos a ésta. TODO LO CONTRARIO, la familia, con especial énfasis en los padres, puede crear la escultura desde lo que CREEMOS, para así­ lograr NUESTRA ESCULTURA, nuestro HIJO/A.

Estos términos usados no son nada fortuitos, tienen una explicación que argumento a continuación:
Ovidio, en Metamorfosis, relataba cómo Pigmalion en su quehacer de escultor, crea Galatea, para él la mujer perfecta. Se trataba de una estatua de perfectas dimensiones y belleza admirable, tanto, que la trataba como si de un ser humano se tratase. Fue tanto las expectativas que volcó sobre Galatea que Venus le da vida, haciendo su deseo realidad.

Esta historia devenida de hechos mitológicos griegos no resulta inadecuada a dí­a de hoy. De ella se extrae una de las más interesante teorí­as sobre la influencia de nuestros pensamientos y expectativas sobre los demás. Con ello podemos realizarnos la siguiente pregunta:

•¿Hasta qué punto influye lo que esperamos de nuestros hijos/as en sus resultados posteriores?

Existen investigaciones en torno a la educación escolar que afirman que, unas expectativas optimistas forjadas desde la superación personal, predispone, en un gran porcentaje, un desarrollo intelectual más enriquecido. Así­, una de las investigaciones mostraba que en aquellos niños/as en los que depositaron una expectativa alta sobre su aprendizaje, unido a un comportamiento proactivo para con éstos, obtuvieron resultados académicos más sobresalientes que el resto del alumnado, quienes no contaron con dichas expectativas. Estos datos son importantes para el sistema educativo en general, pero también para padres y madres.

La figura de los padres, sobre todo en edad escolar, es de vital importancia. Para nuestros hijos/as, somos figuras que les sirven de modelos, perfectas e ideales, de ahí­ la necesidad de aprobación de manera constante. Así­, si educamos bajo el paraguas de la motivación, el reconocimiento del esfuerzo (no tanto del resultado), la frustración como herramienta de aprendizaje, y la cooperación como sistema de relación, nos garantizaremos un resultado, cuanto menos halagador como padres/ madres. Hijos1 SPORTME

•¿Qué esperar de nuestros hijos/as?

En general, una expectativa de confianza en sus cualidades (intelectuales, de relación y de superación), SIN barreras ni limitaciones, para poder así­, enfrentarse a situaciones novedosas. Ello le permitirá desarrollar la seguridad de sí­ mismo/a, clave del ÉXITO.

«¦RECORDEMOS QUE «LO QUE CREEMOS ES LO QUE CREAMOS»»¦