La natación es un deporte integral que involucra la actividad de muchos músculos y articulaciones del cuerpo. Puede practicarse en el ámbito profesional, aficionado e incluso recreativo. Pero en cualquiera de estas categorías, es importante que el practicante conozca cuáles son las lesiones que podría padecer.
También, lógicamente, es importante que conozca los beneficios de la práctica de este deporte a nivel físico, psicológico y emocional, que no son pocos. Vamos a ello.
Lesiones habituales en la natación
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La natación tiene un índice menor de lesiones si se compara con otros deportes que se practican en suelo. Pero, no se puede negar que existen y que es importante conocerlas y atenderlas a tiempo.
Las lesiones en los codos, hombros y rodillas son las que aparecen con más frecuencia en quienes dedican varias horas a la práctica de este deporte. Pueden aparecer en personas de cualquier edad y, por lo general, surgen producto de una mala ejecución de la técnica de nado durante mucho tiempo.
Revisemos las más importantes.
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Hombro de nadador
Es posible que hayas oído hablar (más de una vez) sobre esta lesión, ya que es la más común entre los nadadores. En especial en aquellos que suelen practicar el estilo croll y mariposa.
La lesión puede afectar uno o ambos hombros. Se caracteriza por dolor al momento de realizar una brazada o durante los movimientos rotatorios del hombro. Durante el reposo pueden ser imperceptibles los síntomas.
El hombro del nadador es producto del pinzamiento de los tendones, por lo general, del musculo supraespinoso. Y, el pinzamiento de los tendones se deba a estrechez del espacio entre el acromion y la parte superior del húmero o por una posición anómala de los tendones.
Las causas que desencadenan este problema son:
- Ejecutar técnicas inadecuadas de nado.
- Inestabilidad de la articulación del hombro por causas naturales.
- Fatiga muscular, sobre todo cuando el atleta se somete a sesiones de entrenamiento intenso previo a competencias.
- Uso frecuente de paletas de mano en los entrenamientos.
- Saltarse el calentamiento y los ejercicios de estiramiento.
- Lesiones previas del hombro como luxaciones o tendinitis del manguito rotador.
El tratamiento va a depender de la evolución de la lesión. El reposo y algunas semanas de rehabilitación son suficientes para resolver el problema agudo. Pero, si el pinzamiento se vuelve crónico va necesitar varios meses de terapia, y en casos severo, cirugía.
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Lágrima de Labrum
Cuando tienes un hombro de nadador y no recibes la atención adecuada puedes desarrollar una lesión peor, conocida como lágrima de Labrum.
El Labrum es una capa de cartílago cuya función es amortiguar la parte superior del húmero y sujetarla con firmeza a la glenoide. Esto ayuda a que la articulación del hombro sea lo suficientemente estable.
Esta lesión es severa y requiere de cirugía para resolverse. Luego de la intervención quirúrgica son necesarias largas sesiones de fisioterapia de la para lograr la recuperación y prevenir la atrofia muscular.
La natación tiene un índice menor de lesiones si se compara con otros deportes que se practican en suelo. Pero, no se puede negar que existen y que es importante conocerlas y atenderlas a tiempo.
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Codo del nadador o epicondilitis
Los codos también suelen experimentar lesiones que, si no se tratan a tiempo, pueden volverse crónicas e impedir que el nadador se desenvuelva con normalidad.
Entre ellas, la más común es la epicondilitis, también conocida como codo de nadador o codo de tenista. Se produce cuando los tendones ubicados en la zona exterior del codo se inflaman.
El síntoma principal es el dolor alrededor del codo. Este se empeora el realizar movimientos de flexión y extensión del codo, pronación y supinación del antebrazo. Puede acompañarse de debilidad muscular.
Esta lesión puede ocasionarse por:
- Volver a nadar de forma repentina con la misma intensidad cuando se ha estado una temporada sin practicar.
- Empleo de palas de tamaño excesivo en las sesiones de entrenamiento.
- Alargar de forma brusca las distancias a recorrer en los entrenamientos.
- Ejecutar técnicas inadecuadas de nado.
La epicondilitis mejora con reposo y rehabilitación. Si no se completa el periodo de recuperación puede dar origen a inflamación y dolor crónico. En SportMe tienes además la posibilidad de recuperarte mucho antes, gracias al uso de terapias biológicas o plasma enriquecido con plaquetas, técnica en la que somos centro de referencia nacional y que asegura una recuperación rápida e indolora, acortando plazos.
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Rodilla del nadador
La incidencia de la rodilla del nadador es bastante alta. Se estima que hasta el 75% de quienes se dedican a la natación la sufrirá en algún momento.
Los síntomas más comunes que puedes evidenciar son inflamación y dolor en la zona interna de las rodillas. Pero, también puedes sentir como tus rodillas pierden estabilidad y fuerza.
La causa de esta lesión es la patada y el movimiento de rotación externa de la rodilla cuando se ejecuta el movimiento. Esta presente en todos los tipos de nado, crol, espalda, mariposa y braza.
Sea cual sea la molestia que percibas al momento de nadar es importante que acudas a un especialista. La atención y tratamiento rápido puede evitar que la condición avance y se vuelva crónica.
Además de imposibilitarte la natación, esta lesión puede disminuir tu calidad de vida ya que el dolor e inflamación permanente puede dificultarte realizar actividades cotidianas como caminar y bajar o subir escaleras.
El tratamiento varía dependiendo de la gravedad de la lesión. En la mayoría de los casos solo se requiere de reposo y algunos meses de recuperación.
La natación como deporte terapéutico
Nadar es un deporte que se practica en solitario o en pequeños grupos como en la sincro o el waterpolo, y esta es una característica muy apreciada, en especial para personas con altos niveles de estrés en su vida diaria.
A nivel sicológico este deporte puede ayudarte a fortalecer tu autoestima y sentirte más independiente y seguro de ti mismo, y a mejorar la concentración ya que requiere de estar constantemente «en foco» para mantener o mejorar la técnica de nado, respiraciones, etc.
Ahora bien, hay otros beneficios de practicar natación con frecuencia, como, por ejemplo:
- Ayuda a aliviar el estrés postraumático.
- Es un tratamiento coadyuvante para los dolores en la espalda, dolores cervicales y hernias.
- Mejora la condición física de las personas con problemas articulares y que no pueden practicar deportes en superficies duras, ejecutar saltos, etc.
- Flexibiliza las articulaciones y los grupos musculares superiores e inferiores del cuerpo. Con ello, beneficia a las personas que padecen lumbalgia, hernias y lesiones en las caderas.
- Ayuda a la pérdida de peso y evita la obesidad ya que, con una sola hora de nado, el organismo puede quemar entre 500 y 600 calorías y es ideal para que las personas que sufran sobrepeso puedan realizar ejercicio ya que al estar sumergido «no pesan» y sus articulaciones no sufren tanto como en ejercicios de suelo.
- Mejora la capacidad pulmonar. Eso sí, primero se debe aprender a respirar correctamente en cada brazada.
- La sensación de estar sumergido en el agua ayuda a reducir el estrés, la ansiedad y la depresión.
SportMe esta especializada en tratar a pacientes con dolores o patologías derivadas de la práctica del deporte y nuestro jefe médico, el Doctor Pedro Bernáldez, ha realizado frecuentes apariciones en los medios dando su opinión profesional al respecto.
En SportMe estamos especializados en la traumatología deportiva así como en fisioterapia y recuperación de lesiones. Estamos muy bien situados en Sevilla para que puedas llegar a nuestra clínica de todas las formas posibles, pero ahora además puedes pedir tu cita de forma online cómodamente, o solicitar una video consulta con el equipo médico de la clínica si no puedes desplazarte.