¿Qué son las falanges y dónde están ubicadas?

Las falanges son los huesos que forman el esqueleto de los dedos. Cada uno cuenta con tres falanges, excepto el pulgar, que tiene dos. Las fracturas de las falanges son muy comunes y constituyen, junto con las de los metacarpianos, el 10% de todas las fracturas del esqueleto. La falange distal (la de la uña) es el hueso más frecuentemente comprometido de la mano.

¿Qué causa una rotura/fractura de Falange?

Suelen ser resultado de un golpe directo sobre los dedos, en los jóvenes, por traumatismos deportivos. En los adultos, por accidentes laborales, y en los mayores de 70 años, por caídas.

¿Cuáles son los síntomas y signos de una fractura del dedo de la mano?

La fractura se acompaña de dolor agudo, hinchazón, hematomas y dificultad para la movilidad de los dedos. No es infrecuente que estas fracturas sean inestables, con algún grado de desplazamiento y rotación de los dedos. Las fracturas de la falange distal causadas por un golpe directo, suelen acompañarse de lesiones de la uña, que, a su vez, necesitan un tratamiento específico.

¿Cuál es el diagnóstico de la Fractura de Falanges?

Es fundamental una evaluación clínica inicial de la mano, considerando angulaciones, rotaciones, y acortamiento de los dedos. Debe descartarse siempre la presencia de lesiones tendinosas, ligamentarias, o de la piel que impliquen la presencia de una fractura expuesta, la que debe ser tratada con una limpieza quirúrgica. Para terminar el estudio de estas lesiones, es necesario un examen radiográfico. En algunos cuadros complejos puede completarse el estudio con una tomografía computada.

¿Cómo tratar Rotura de Falange?

En caso de haber sufrido un traumatismo en la mano, es fundamental retirar anillos y pulseras rápidamente para evitar complicaciones compresivas. La mayoría de estas fracturas se tratan de forma no quirúrgica. El método preferido es la inmovilización con férulas digitales, generalmente por 3 semanas, seguidas de un intenso plan de rehabilitación. Aquellas fracturas que se encuentren desplazadas, sean inestables o que afecten la superficie articular del hueso, tienen indicación de tratamiento quirúrgico. Dentro de este tratamiento, a su vez, hay muchas alternativas distintas, como el enclavijado de la fractura, la utilización de placas con tornillos, o solamente tornillos. Todas presentan buenos resultados y su elección depende del tipo de fractura y la preferencia del cirujano. Cualquiera sea el tratamiento elegido, es un fundamental lograr una rápida movilidad de la mano para evitar rigideces articulares, que son una complicación frecuente en este tipo de lesiones.