Miguel Rufo, Doctor en Medicina y Cirugía, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Máster en Nutrición y Dietética.
La dieta proteinada tiene como objetivo la reducción de glúcidos y lípidos en la ingesta manteniendo el aporte de proteínas, obligando al organismo a consumir sus propias reservas con el consiguiente adelgazamiento.
Es por tanto imprescindible cumplir dos normas :
La dieta debe estar formadas por proteínas de alta calidad.
Deben suprimirse los azúcares y las grasas.
Con esto conseguimos proteger la masa muscular y perder la masa grasa. El organismo necesita energía para realizar sus funciones, esto se consigue mediante la glucólisis, pero resulta insuficiente.
Así, el organismo obtiene energía a través de la ?-oxidación mediante las grasas acumuladas, dejando como residuos los cuerpos cetónicos, que tienen un efecto psicoestimulante y provocan una pérdida de apetito.
Etapas de la dieta proteinada
Contenidos
Fase 1
Se marca el objetivo de peso total a perder y se programa la pérdida del 80%.
El médico debe prescribir el tipo de sobres de proteínas de alta calidad y el aporte de oligoelementos.
La dieta es completada con verduras y en las siguientes semanas se sustituyen dos comidas de sobres de proteínas por alimentos proteicos (carnes, pescados y huevos).
Es importante la ingestión de agua en torno a 2l., así como un ejercicio físico moderado.
Fase 2
Introducción de alimentos (almidones , pan y frutas) reduciendo el némero de preparados proteicos y el peso progresivamente hasta alcanzar el equilibrio ponderal.
Fase 3
Estabilización para evitar recuperar el peso perdido. Seguiremos un estilo de vida saludable, basado en cinco comidas al día y estructurando la comida al modo tradicional. Incluir siempre un plato de verduras y comer despacio, a pequeñas cucharadas y masticando bien. No perder el hábito deportivo.
VENTAJAS FRENTE A OTRAS DIETAS
Bajada rápida de peso de 3-4,5 kg. de peso la primera semana y una media de dos en las semanas siguientes.
Se elimina grasa y no músculo.
Sin sensación de hambre gracias a la cetosis.
Sin falta de vitalidad.
Protección de la tonicidad de la piel.
Seguridad de hacerlo siempre bajo control médico.
Mejora la función pancreática.
Reduce la glucemia en sangre, mejorando el control de la diabetes.
Reducción del colesterol y de la tensión arterial.
Mejora la apnea del sueño y patologías respiratorias y osteoarticulares.
CONTRAINDICACIONES (pacientes que no podrían realizar la dieta)