Educar en Emociones a los Hijos
No es nada nuevo que, cuando nacen nuestros hijos, instauramos en nuestro comportamiento, por defecto, un rol de padre o madre, caracterizado en su mayoría, en cubrir sus necesidades básicas y de cuidado físico, pero también tenemos que tener presente el Educar en Emociones, a los Hijos.
A medida que crecen vamos aportándoles todo aquello que creemos es necesario para su desarrollo, con el objetivo éltimo de evitar daños a nuestros maravillosos retoños. De esta manera, comenzamos a comprar dispositivos eléctricos para estar 24 horas alerta de lo que les pueda suceder; ponemos barrotes en los extremos de las escaleras; intentamos que no se caigan cuando montan en bicicletas; que no cojan objetos con los que puedan arañarse o pincharse; quitamos todos los productos de limpieza que puedan estar a la vista; les vamos comprando sillas adaptables para el coche tal como van creciendo»¦ y un sinfín de casos que ejemplifican, en una éltima instancia, lo que es la prevención física de nuestros hijos.
Sin embargo, aén hay muchos padres que se limitan a eso, a la integridad física, pero olvidan Educar en Emociones. a los Hijos, porque…
•¿qué ocurre con los daños emocionales?, •¿es necesario hacer prevención emocional?, •¿cómo prevenimos y qué consecuencias tiene hacerlo?
En los niños, las emociones, al igual que su desarrollo personal, social y cognitivo, dependerá de la influencia socio-familiar, por lo que a mayor consideración y formación al respecto, mayor capacidad de «educar en emociones» y por tanto, en «salud emocional». Es cierto que existen
determinados factores neurobiológicos que determinan de alguna manera la expresión de ciertas patologías, pero mientras antes eduquemos y formemos en emociones, construiremos a hijos menos vulnerables a trastornos del estado de ánimo, alimenticios, de conducta, adicciones,
bajo rendimiento escolar, timidez y otros muchos problemas.
Por estos motivos, cabe preguntarse: •¿Qué podemos enseñarles a nuestros hijos?
- Identificar las emociones que vamos experimentando, así como la de los otros.
- Sentir sin miedo al sufrimiento. La tristeza, el llanto y la vergí¼enza son tan necesarias como la risa, la alegría y el amor.
- Autorregular las emociones, es decir, elaborar estrategias para el control emocional que satisfaga las demandas del medio.
- Autorregular las emociones, es decir, elaborar estrategias para el control emocional que satisfaga las demandas del medio.
- Expresar de manera adecuada las emociones, sin reprimir ni evadirse de las mismas.
•¿Cómo lo podemos hacer?
- Comunicación abierta padres-hijos sobre las emociones. Enséñales a detectar las emociones de cada momento.
- Apórtales vocabulario para expresar las emociones y sentimientos.
- Escucha y aprueba las emociones que sienten, sin críticas ni reprimendas.
- Ayédales a relacionar el estado corporal con la emoción que experimentan.
- Ayédales a relacionar el estado corporal con la emoción que experimentan.
•¿Qué consecuencias tiene todo ello?
- Inteligencia intrapersonal, es decir, la habilidad de conocerse, controlarse y motivarse por sí sólo.
- Inteligencia interpersonal, esto es, capacidad para empatizar y relacionarse con los demás.
- Mayor autoestima y aumento de la capacidad para resolver problemas.
Y en definitiva»¦ •¡SENTIMIENTOS DE FELICIDAD!
En SPORTME, CLíNICA BERNÁLDEZ, seguimos trabajando para atender de manera integral a
las personas, y ayudaros a mejorar tu calidad de vida y la de los tuyos.
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