El verano es, en general, una época de relajación y descanso. Incluso aunque no hayamos podido disfrutar de vacaciones, las altas temperaturas y las largas horas de sol dificultan mucho la práctica deportiva y en general, se suele bajar el ritmo y la frecuencia de entrenamiento.
Por ello, a la hora de retomar nuestra actividad deportiva preferida, debemos tener en cuenta una serie de factores si queremos evitar lesiones y practicar nuestro deporte con garantías.
Consejos para volver a hacer deporte después del verano
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Dicen que los años, para los adultos, no comienzan en enero sino en septiembre. La pausa que supone en muchos aspectos la temporada de verano, y los comienzos que se emprenden en septiembre, son propicios para que nos propongamos metas personales. Y dentro de esas metas suelen estar como no, los deseos de mejorar físicamente. Más deporte, perder algo de peso, en general cuidarnos un poquito más.
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Vuelve al deporte, vuelve con tranquilidad.
En efecto, una de las peores consejeras son sin duda las prisas. Pensar que después de un par de meses de inactividad, o de hacerlo a un ritmo más bajo, vamos a volver con las capacidades intactas es algo ilusorio, irreal. Sencillamente hemos perdido forma física (lo normal) y debemos volver a recuperarla con paciencia y calma, pero con constancia.
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Los estiramientos, clave.
En efecto, realizar estiramientos completos reduce los riesgos de sufrir una lesión. Tenemos que ser especialmente cuidadosos antes de volver al ejercicio, y los ejercicios de estiramiento son perfectos para ello. Piernas brazos, cadera y cervicales, sin olvidarnos de las rodillas. Antes de empezar a movernos de nuevo es fundamental haber estirado bien. Podríamos decir que los ejercicios de estiramiento son además prácticamente obligatorios después de la actividad física principal, porque nos evitará sufrir calambres y, en parte, las molestas agujetas.
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Antes de correr, caminar.
En efecto, no podemos pretender que nuestro cuerpo responda igual al deporte que hace un par de meses atrás, cuando estábamos en mucha mejor forma. Los comienzos, después de un período de inactividad, deberían ser progresivos, comenzando los primeros días con entrenamientos más suaves y cortos en el tiempo, para ir poco a poco aumentando la intensidad y duración de los mismos.
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Si ya no somos unos niños…
En muchas ocasiones nos cuesta asumir la realidad. Ya no somos chavales que nos pasábamos el día jugando en la calle y te levantabas tan fresco. Es probable que ahora, después de un par de horas de deporte te levantes casi casi hecho polvo. La edad es un factor importante, que no limitante, a la hora de hacer ejercicio. Es lógico y natural que no podamos hacer ejercicio como hace unos años, y no podemos pretender volver ahí. Pero sin embargo la edad no debe ser una excusa para no disfrutar del deporte, o de una actividad física adecuada a nuestra condición. La natación, bien entendida, caminar en compañía, o simplemente dar largos paseos, son ejercicios más que recomendables, especialmente si los practicamos con frecuencia y los convertimos en hábitos.
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Escucha a tu cuerpo.
Volver a hacer deporte, o comenzar a hacerlo como propósito de nuevo curso, no debería ser sinónimo de dolor, molestias o lesiones. Si había “algo” que te molestaba antes de las vacaciones, y al volver “sigue estando ahí” no deberías dejarlo pasar, deberías consultar con un especialista para evitar males mayores.
De la misma forma, si comenzamos a hacer ejercicio físico y sentimos molestias o dolor: consulta con un especialista. Hay molestias normales y lógicas, por comenzar a hacer algo a lo que no estamos habituados normalmente, y las hay que son fruto de lesiones y deben tratarse adecuadamente. Si sientes dolor cada vez que te ejercitas, si pasan los días y ese dolor no se va e incluso se hace más intenso conforme va pasando el tiempo, por favor no lo dejes estar y consulta con tu médico.
Recuerda que en SportMe somos un centro médico deportivo en el que tratamos a todo tipo de pacientes, sean deportistas o no, y que ponemos a tu disposición una amplia gama de especialidades médicas, y un centro habilitado para ofrecer a nuestros pacientes un servicio 360. Con reconocimiento, diagnóstico y tratamiento en una misma consulta y sin esperas.
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