Testimonio de Lesion Psoas iliaco curado con Terapia Biologica PRP ecoguiado
Soy el paciente Alejandro Busto Prieto, Sargento de la Armada. Debida a la gran exigencia de formación física de mi profesión, tras 3 años de academia corriendo de media 6Km diarios de carrera continua, haciendo entrenamientos de intervalos, series y velocidad en pista, así como natación, cuando egresé acabé con una lesión en la zona de la ingle derecha, la cual no me remitía e iba en aumento.
Inicialmente todo empezó en Ferrol (ciudad donde sita la academia militar), fui atendido por el servicio de traumatología de Urgencias, donde me practicaron radiografías y aparentemente no me vieron nada, recomendándome reposo, achacándolo a un tirón del adductor.
Tras dos semanas de reposo, el dolor iba a más, y no conforme con el diagnóstico, acudí a una consulta privada de otro traumatólogo, el cual me manda pedir una resonancia magnética de la cadera.
Entre tanto, acudo al Fisio de confianza que me trató durante aquellos 3 años de formación. Me comenta que piensa que tengo afectado el pectíneo, y me realiza varias sesiones entre las cuales me practica punción seca atacando a los puntos «gatillo». Durante los días siguientes, es verdad que noto algo de mejoría, por supuesto en reposo desde que me dio el dolor. Pero me duró poco y las molestias fueron cada vez a mas. Me llegaron a realizar aquella resonancia, y aparentemente todo estaba correcto.
Me voy de Galicia sin solución alguna, destinado a Cádiz, de donde soy. Aquí, me vuelvo a poner en manos de hasta tres traumatólogos diferentes entre los que recibí recomendaciones como dejar de correr y transmitirme la sensación que estaban dando palos de ciego.
Finalmente, acudo a la Clínica Beiman de Jerez – Instituto Andaluz de Medicina Deportiva, donde ya noto que empiezan a encaminar un posible diagnóstico, y que «saben de lesiones». Me trataron conjuntamente los médicos deportivos Dra. Mª íngeles de los Santos Martín Bejarano y el Dr. Omar Ortiz Cuba, los cuales me pidieron hacer ecografía de la ingle, y telemetría de las piernas (acudiendo previamente a un osteópata para poner a punto el cuerpo para la prueba).
Tras recibir los resultados, lo más relevante fue que tenía una leve dismetría de poco más de un centímetro de una pierna respecto a la otra, pero que tampoco tenía mayor importancia. Aén así me trató allí mismo un podólogo deportivo, quien me hizo un estudio de la pisada, y me retocó las plantillas de las zapatillas que uso para entrenar.
Al poco tiempo, la Dra. de los Santos me manda nuevamente una resonancia, pero centrándose en esa zona de la ingle. Tras ver los resultados, cree que pudiera tener un pinzamiento femoro-acetabular, siendo motivo de posible cirugía.
Y es cuando me recomienda a un tal Dr. Bernáldez de Sevilla, quien me dijo que era uno de los mejores especialistas en esta patología.
Sin pensármelo, con tal de acabar con este suplicio, acudo a la consulta del Dr. Bernáldez. Allí, tras llevarle todo mi historial y pruebas que me han realizado durante este éltimo año, me realiza una serie de pruebas y movimientos en la extremidad afectada, descartando el pinzamiento femoro-acetabular . Me hace una Ecografia y lo enfoca a un patología fuera de la articulación, a nivel del psoas-iliaco.
Visto todo mi historial me propone hacer me una Terapia Ecoguiada con infiltraciones de Plasma Rico en Factores de Crecimiento
Comienzo ese mismo día por la tarde la primera infiltración de tres, quedando el resto de la tarde algo dolorido, lo cual observo más adelante que es totalmente normal. Pero al día siguiente noto ya una sorprendente mejoría que no había experimentado antes y que seguiría progresando con los días.
En la segunda infiltración, noto que la cosa va a mejor, pero también es cierto que esta vez he notado altibajos (picos de mejoría, y momentos de pequeñas recaídas). Con la éltima infiltración, los días siguientes notaba mucha mejoría y conforme se acercaba la fecha de la revisión de cortesía, había días que volvía con molestias, eso sí, no como cuando comencé con la lesión.
Finalmente tras la revisión de cortesía, el Doctor me dice que es normal y hay que darle tiempo a que haga su efecto al completo. Me recomienda aplicar calor, seguir con un buen Fisio y fortalecer los grupos musculares colindantes o en un gimnasio con un preparador, o realizando hidroterapia. Pero aén no correr en al menos un mes mientras realizo todo esto éltimo.
Actualmente me encuentro mucho mejor, con esas leves molestias que tengo algunos días, pero sigo recuperándome. Espero ya pronto poder correr después de más de un año de parón.
«De toda esta experiencia vivida durante todo un año, saco como aprendizaje que en una lesión deportiva lo mejor es acudir directamente a un Traumatólogo Deportivo».
Ojalá me hubiesen recomendado en un principio al Dr. Bernáldez y no tenerme tan mareado.
Espero les sirva mi testimonio para ayudar a otras personas.
Muchas gracias Dr. Bernáldez, por el trato tan cercano y familiar recibido. Se nota que le gusta su profesión.
Un cordial saludo a todo el equipo.