Sin duda alguna el fútbol es el deporte más importante de los que se practican hoy día en España y gran parte del mundo. Muchos son los niños adolescentes y adultos que juegan a diario un partido para ejercitarse, divertirse o convertirse en profesionales. Pero, también es el que causa más lesiones por la complejidad de sus movimientos, por eso queremos explicarte a detalle cuáles son las más comunes y cómo solemos tratarlas en SportMe.
Lesión del ligamento cruzado anterior
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El ligamento cruzado anterior contribuye a estabilizar la rodilla y evitar que se desplace hacia adelante. Es usual que los futbolistas tengan algún daño en esta estructura por los movimientos complejos que realizan durante un juego. Puedes lastimarte, por ejemplo:
- Detenerse de forma súbita con la zapatilla clavada al suelo.
- Colisionar desde el lateral con otro jugador.
- Desacelerar de forma brusca.
- Cambiar de posición de forma rápida manteniendo el tobillo estático o bloqueado.
- Aterrizar de forma indebida tras un salto.
Esta afección requiere cirugía para reparar el daño, conservar la función articular y volver al deporte. Rara vez se indica un tratamiento conservador basado únicamente en fisioterapia.
Después de la cirugía necesitas una larga y exhaustiva rehabilitación. Lo que se busca con esto es fortalecer los músculos de las piernas para estabilizar la articulación. Este proceso de recuperación es largo, va de 5 a 6 meses.
Rotura del ligamento lateral interno
Este es otro ligamento que mantiene la estabilidad de tus rodillas. Se puede desgarrar o romper cuando la articulación sufre un movimiento forzado hacia adentro. Es común que aparezca al recibir un impacto -patada, golpe, contusión con el balón- en la cara interna del tobillo o en la cara externa de la rodilla.
Por lo general, este problema mejora con reposo, inmovilización y una terapia de musculación personalizada. Y solo en casos graves –alteración de varios ligamentos, mala cicatrización- requiere de cirugía.
Si cumples con las recomendaciones y todas las terapias de rehabilitación podrás volver al juego en 2 a 6 semanas. En el caso de las roturas el tiempo de recuperación puede extenderse hasta 3 meses. Con el tratamiento tu rodilla sanará y no tendrás ninguna limitación posterior.
Lesiones de meniscos
Los meniscos son cartílagos –de forma semilunar- que contribuyen en el movimiento de la rodilla y absorben gran parte de la presión y carga de esta articulación. Las lesiones de esta estructura son comunes, en los jugadores de fútbol se debe a los cambios de dirección constante mientras corren.
Existen varios tipos de alteraciones de los meniscos, pero los desgarros y roturas son los principales en los deportistas. Estos pueden suceder de un momento a otro, en pleno partido o durante un entrenamiento.
El tratamiento depende de la gravedad de la lesión y la ubicación. Los desgarros pequeños se solucionan con fisioterapia, pero los más grandes se solucionan con cirugía.
Necesitas de 2 a 6 semanas de rehabilitación para recuperar el movimiento completo. Sin embargo, si eres sometido a cirugía puedes requerir hasta 6 meses de terapia antes de volver a la cancha. Recuerda que además de reparar el daño es importante fortalecer la musculatura que sostiene la rodilla.
Daño del cartílago de la rodilla
El fútbol es un deporte donde hay sobre uso de la rodilla y, por lo tanto, un riesgo mayor de alteraciones del cartílago. El desgaste puede ser lento y a largo plazo, o como consecuencia de accidentes –como, por ejemplo, por rotura de meniscos o ligamentos cruzados-.
Los daños del cartílago pueden ser leves como las úlceras o más severos como la artrosis. Pero, en la mayoría de los casos requieren de tratamiento multidisciplinario –cirugía, fisioterapia y medicamentos- para recuperar la movilidad.
El tiempo del tratamiento varía según la gravedad de la lesión, puede ser de tan solo algunas semanas o varios meses.
Deterioro de la cadera
Todos los deportes de alto impacto terminan a largo plazo afectando en mayor o menor grado la cadera y, el fútbol no es la excepción. Aquí el desgaste sucede por los cambios de dirección constante mientras corren y los impactos directo sobre la articulación en caídas y colisiones con otros jugadores.
La afección de la cadera es compleja, pueden alterarse los músculos que la sostienen (bursitis), el cartílago (artrosis, úlceras), la articulación (luxación) o los huesos (fracturas). El tratamiento depende del problema, a gravedad y si deseas o no volver a jugar con la misma intensidad. En principio se usan medicamentos, fisioterapia y reposo; cuando todo falla se procede a cirugía.
Si has sido sometido a tratamiento conservador con reposo y fisioterapia puedes reintegrarte a tus actividades en 6 semanas aproximadamente. Pero, si eres sometido a inmovilización o cirugía puedes tardar hasta 6 meses en recuperarte.
Esguinces de tobillo
El esguince de tobillo es una lesión común de los futbolistas. Esta se presenta cuando la articulación se desplaza de forma antinatural. El movimiento forzado puede ser producto de una torcedura, caída o un golpe con otro jugador.
Un esguince implica un desgarro parcial o total de los ligamentos que estabilizan el tobillo. Lo habitual es que los desgarros cicatricen con tratamiento conservador, inmovilización y fisioterapia. Pero, los casos más graves –por ejemplo, con fracturas asociadas- pueden requerir de cirugía como parte del tratamiento.
No importa que tan leve sea la lesión siempre debes pasar por un proceso de rehabilitación y musculación exhaustivo para evitar recaídas. Por eso, tu recuperación puede llevarse entre 4 a 12 semanas.
Otras lesiones que puedes tener en el tobillo producto de la actividad deportiva son las fisuras, fracturas y daños del cartílago.
Alteraciones en los pies
Los pies también pueden afectarse con la práctica deportiva, en especial si consiste en correr y saltar constantemente. Estas actividades producen sobrecarga en ambos miembros inferiores pudiendo afectar la cadera, rodillas, tobillos y los pies.
Entre las lesiones que pueden afectar tus pies están:
- Musculares como la tendinitis de los peroneos, o de Aquiles.
- En huesos como fracturas y fisuras.
- Articulares como artritis o artrosis.
- Otras como la fascitis plantar.
Todas ellas aparecen como consecuencia de traumas directos, técnica defectuosa al correo o saltar e incluso por el uso de zapatillas inadecuadas.
El tratamiento suele ser conservador –con reposo, analgésicos, antiinflamatorios y fisioterapia-. Si no existe una mejoría en 2 a 3 meses, el especialista puede plantearse realizarte una cirugía correctiva.
Todas estas lesiones deportivas pueden tratarse. Además, si cumples con la rehabilitación y seguimiento adecuado puedes reintegrarte al fútbol sin limitaciones. Así que, no dudes en consultar a un profesional ante cualquier daño.
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